viernes, 21 de octubre de 2016





La Memoria Humana


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Tipos de memoria:  a corto plazo y a largo plazo.



Memoria a corto plazo:
También denominada memoria operativa, retiene la información generada por el medio que nos rodea, pero con una capacidad limitada. La información obtenida desaparece en un lapso de hasta 45 segundos aproximadamente, a menos que esta sea  conservada en nuestra memoria con ayuda de la función de recuperación.
Según la teoría “lapsus de juicio absoluto” de  Miller, en la memoria a corto plazo sólo podemos almacenar siete ítems, con una variación de aproximadamente +/-2, esto se debe a que la memoria a corto plazo tiene una capacidad limitada para procesar los estímulos que han sido generados mediante la percepción de un elemento determinado.
Una de las consecuencias más comunes de la memoria a corto plazo es la pérdida de los recuerdos (el olvido).


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Memoria a largo plazo: 
Este tipo de memoria puede almacenar permanentemente la información, esta memoria presenta una capacidad ilimitada para el almacenamiento de información.
Dentro de la memoria a largo plazo podemos encontrar varias divisiones: memoria declarativa, procedimental, episódica, semántica, explícita e implícita.
Memoria declarativa: se encarga de almacenar información sobre los acontecimientos; por ej: nombres, fechas, etc.
Memoria procedimental: es la encargada en almacenar el conocimiento de las habilidades motoras y de los procedimientos realizados en el entorno. Nos muestra recuerdos que hemos almacenado mediante la práctica;  por ej: como peinarnos, cómo escribir, etc.
Memoria episódica: este tipo de memoria almacena (en ciertas ocasiones detalladamente) nuestras experiencias. Nos permite recordar vivencias y episodios ocurridos en un determinado lugar.
Memoria semántica: este tipo de memoria almacena el conocimiento necesario para el uso del lenguaje, hechos relacionados con el  mundo y conocimientos generales que no están por lo general basados en experiencias propias.
Memoria implícita: está almacena información inconscientemente sobre hábitos, habilidades y nos permite de esta forma aprender a hacer ciertas cosas sin estar consciente de ello. Por ej: andar en bicicleta.
Memoria explícita: a diferencia de la memoria implícita, con este tipo de memoria si sabemos que contamos con dicha información. La memoria explícita almacena información sobre hechos, aprendizajes y vivencias propias, de las que somos totalmente conscientes.


Memoria de reconocimiento:
Como su nombre indica, es la que permite identificar algo que fue percibido con anterioridad, ya sea personas, objetos o lugares. Cuando se revive algo ya percibido, el contenido es relacionado con las representaciones que quedaron almacenadas en la memoria.

Memoria sensorial: tiene la capacidad de registrar por un breve lapso la información que percibimos mediante nuestros sentidos.
Dentro de la memoria sensorial podemos identificar dos tipos: memoria ecoica y memoria icónica.

 Memoria declarativa:
Almacena acontecimientos del mundo y personales que, para que sean recordados, deben ser evocados conscientemente.

La memoria ecoica, también llamada sensorial auditiva, se encarga de almacenar por breves instantes los primeros segmentos del estímulo auditivo; este tipo de memoria es la requerida para llevar a cabo una conversación y por ende para hablar.


La memoria icónica, también denominada sensorial visual, se encarga en conservar durante un breve periodo de tiempo las imágenes percibidas durante la fijación ocular.
Esta memoria se encarga de captar el movimiento de las imágenes, y que las mismas permanezcan un tiempo en nuestra memoria antes de que estas se desvanezcan.




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